Las pymes, un agente clave para el desarrollo industrial en España

David Martínez, CEO de ProEquity.

Madrid, 11 de septiembre de 2023. Actualmente, el sector industrial en España se encuentra en una situación de ralentización. Esto se debe, principalmente, al elevado precio de la energía, la inflación y la incertidumbre económica que continúan afectando gravemente al panorama económico, así como a su desarrollo y sus perspectivas de crecimiento. En 2021, la industria española solamente representó el 15,31 % del PIB español, lejos del 20 % previsto por la Unión Europea.

A juzgar por las evidencias, la pérdida de relieve de la política industrial en Europa ha dañado el desarrollo y aparición de manufacturas en España, ralentizando su crecimiento y contribuyendo al descenso de su importancia en el PIB.  A pesar de que la política industrial europea es de carácter “horizontal” y tiene como objetivo instaurar unas condiciones marco que favorezcan la competitividad del sector, las medidas que la conforman se han entendido y aplicado, en numerosas ocasiones, desde una notable lejanía por parte de las empresas y los agentes sociales. Esto ha provocado que su eficiencia se haya visto sensiblemente reducida, dificultando la selección de los instrumentos de ayuda más necesarios y convenientes.

Algo parecido se vivió en nuestro país con la creación del estado de las autonomías en España. Este comenzó en 1979 y finalizó en 1995 y provocó también una notable descentralización de la intervención pública dirigida al fomento y evolución de la reestructuración de la industria española. Como las autonomías carecían de gobiernos experimentados, pocas de ellas fueron capaces de adoptar políticas industriales específicas, lo que contribuyó notablemente a la decadencia de estas medidas. De acuerdo con el Barómetro Industrial 2022, solo un 12 % de las pymes industriales españolas han afirmado haber recibido ayudas de los Fondos Next Generation, poniendo de manifiesto la falta de eficacia en este tipo de trámites. Los fondos europeos son una oportunidad única para la transformación de las pymes hacia una propuesta de valor en línea con la tecnología y la sostenibilidad, adaptándolas al panorama actual y aprovechando, en definitiva, el potencial que pueden tener de cara al crecimiento de la actividad industrial.

Todos estos ejemplos nos llevan a preguntarnos sobre posibles soluciones de cara a adaptar las medidas, tanto nacionales como europeas, a las necesidades de las pequeñas y medianas empresas españolas, con el objetivo de impulsar su crecimiento y asegurar su viabilidad.

Teniendo en cuenta que las pequeñas y medianas empresas constituyen el 99,8 % de las organizaciones con sede nacional, puede ser que las pymes sean la clave para lograr una recuperación real del sector industrial. Esto no solo se reduce a una mayor financiación, sino en una apuesta por formación especializada, talento, empleo y promover el emprendimiento con el objetivo de asegurar su correcto desarrollo. Por otro lado, la innovación e incorporación de nuevas TIC que promuevan la implementación de novedosas y modernas técnicas empresariales debería tener, si cabe, más importancia, siendo la transición tecnológica un aspecto clave para el crecimiento empresarial.

En esta línea, también es necesario impulsar una política energética que garantice el suministro de manera asequible y sostenible. Para alcanzarla, es importante contar con un programa de infraestructura logística y de transporte que permita acelerar el acceso de las organizaciones establecidas en España a los mercados internacionales, aumentando su capacidad de exportación. Además, es clave desarrollar la sostenibilidad industrial, promoviendo proyectos comprometidos con la seguridad y la protección del medio ambiente a través de estrategias de mejora de la eficiencia energética y de la lucha contra el cambio climático.

En definitiva, concienciados de la importancia de la industria en España, debemos apuntar a las pymes, otro activo estratégico en la economía nacional, como la solución más efectiva para revertir las cifras y lograr un crecimiento de la industria en nuestro país.  A pesar de tener mucho trabajo por delante, gracias a una estrategia nacional que apueste por las pymes del sector industrial, podríamos lograr aprovechar todo su potencial para que ocupen un espacio protagonista en un mercado cada vez más cambiante y competitivo. En consecuencia, conseguiríamos una reactivación del sector, restaurar su tendencia a la baja, y volver a abrir la posibilidad de posicionarnos como referentes en industria a nivel internacional.